lunes, 9 de julio de 2012

El diamante más grande de todos los tiempos perteneció a los reyes de Inglaterra

De las 105 gemas obtenidas a partir del diamante Cullinan, la más grande (bautizada como “First Star of Africa”) se engastó en la Corona del Estado Imperial con que son coronados los reyes británicos.


El diamante Cullinan fue encontrado por Frederick Wells en Sudáfrica, en la mina Premier, en 1905, y se convirtió en el más grande de todos los tiempos. Pesaba nada menos que 3106 quilates y medía casi 12 centímetros. Curiosamente, su descubrimiento fue tan increíble que inicialmente se desechó porque se creyó que era un cristal sin valor. 

La piedra fue colocada en la caja fuerte y el presidente de la compañía minera, Sir Thomas Cullinan, fue informado. Por increíble que parezca, el diamante se volvió en un objeto incómodo para la Compañía, porque haya sido la maravilla del mercado de diamantes de Londres, durante dos años nadie quiso comprarlo. Era demasiado valioso.

Por fin fue adquirido por el gobierno de Transvaal (colonia sudafricana) por £ 150.000,00 y entregada al rey Eduardo VII con motivo de su sexagésimo sexto cumpleaños el 9 de noviembre de 1907.

El diamante se embarcó a lnglaterra en medio de gran publicidad, incluidas las versiones de que se enviaba un señuelo para frustrar cualquier intento de roba, y de que la piedra legítima se enviaría después.

Al año siguiente el rey Eduardo invitó a Londres a los hermanos Asscher -hábiles cortadores holandeses que en 1903 habían cortado y pulido exitosamente el diamante Excelsior para su reventa- para que estudiaran la posibilidad de tallar el Cullinan. 

Después de una breve inspección, los Asscher comunicaron al rey que esto era imposible. El diamante estaba agrietado, por lo que se recomendó llevarlo a Amsterdam para ser cortado y eliminar una mancha negra que tenía en una de sus caras. 

Amsterdam, era por entonces una ciudad por la que pasaron y se tallaron las joyas más célebres desde que en 1867 empezara la fiebre del nuevo oro (los diamantes de Sudáfrica). 

Eduardo VII estuvo de acuerdo y a la prensa se le informó que el diamante sería llevado a Holanda en un buque destructor sumamente protegido. En realidad, Abraham, uno de los hermanos Asscher, guardó el diamante al bolsillo en el mismo Palacio de Buckingham y lo llevó a Holanda en tren y transbordador.

De las 105 gemas obtenidas a partir del diamante Cullinan, la más grande (bautizada como “First Star of Africa”) se engastó en la Corona del Estado Imperial con que son coronados los reyes británicos [Foto]. Las otras partes se utilizaron para decorar otras joyas de la monarquía británica como coronas, broches, anillos y collares.

Las dos mayores gemas, conocidas como la Gran Estrella de África y la Segunda Estrella de África, están incrustadas en el Cetro del Soberano y en la corona del Estado Imperial, expuestos actualmente en Torre de Londres. El diamante que adorna la corona de Isabel II pesa 530,20 quilates sigue siendo el diamante tallado más grande del mundo.






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