sábado, 7 de abril de 2012

Y la casa no estaba en orden...



Nadie olvida las "¡Felices Pascuas!" deseadas por el presidente desde el balcón de la Casa de gobierno, allá por 1985. Luego de negociar con los militares rebeldes en Campo de Mayo, Raúl Alfonsín aterrizó con el helicóptero en la azotea de la Casa Rosada, planeando dirigirse a la multitud que se había reunido espontáneamente en la Plaza. Por el peso y el impacto de la aeronave, en el primer piso del edificio comenzaron a caerse pedazos de mampostería. En ese mismo instante, iluso, mientras la Casa de gobierno se caía por pedacitos, Alfonsín manifestaba: “¡La casa está en orden!”.



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