Se da la curiosidad de que si no hubiera sido por la Gran Guerra, el Papa Juan Pablo I hubiera nacido muy lejos de Europa, en la República Argentina.
Giovanni (Juan) Luciani, su padre, estuvo en Argentina, pero nadie sabe la fecha exacta de su estadía, que parece haberse extendido durante dos años en la primera década del siglo XX.
La búsqueda en la Dirección Nacional de Migraciones, en Buenos Aires, resulta infructuosa: sólo los inmigrantes llegados al país después de 1923 figuran allí, ordenados alfabéticamente.
La búsqueda en la Dirección Nacional de Migraciones, en Buenos Aires, resulta infructuosa: sólo los inmigrantes llegados al país después de 1923 figuran allí, ordenados alfabéticamente.
Mientras tanto, en los registros de la Policía, figuran alrededor de treinta Giovanni Luciani, de los cuales sólo tres eran italianos y se quedaron a vivir en Argentina, algo que no hizo el padre de tan célebre personaje.
Edoardo Luciani, hermano del papa, reveló: “Si no fuera por la Primera Guerra Mundial, toda la familia se hubiese ido a la Argentina. Mi padre estuvo durante 1913 y 1914, trabajando como albañil en La Plata. Aquí dejó a mamá y a Albino, con la idea de llamarlos apenas juntara unos pesos. Pero se declaró la guerra y volvió a estar con ellos. Después se agrandó la familia […] y papá decidió quedarse a trabajar en Europa, aquí, en Francia, en Suiza... iba y volvía”.
En 1978, luego de que su hermano fuera elegido Papa, la prensa argentina recogía con entusiasmo las confesiones de Berto, hermano del Papa: “Actualmente, aún tenemos un primo que está viviendo en la Argentina. En la provincia de Santa Fe. Se llama Pio De Dea; está casado con una argentina y trabaja como obrero en una empresa pequeña de la que no me acuerdo el nombre".
Edoardo Luciani, hermano del papa, reveló: “Si no fuera por la Primera Guerra Mundial, toda la familia se hubiese ido a la Argentina. Mi padre estuvo durante 1913 y 1914, trabajando como albañil en La Plata. Aquí dejó a mamá y a Albino, con la idea de llamarlos apenas juntara unos pesos. Pero se declaró la guerra y volvió a estar con ellos. Después se agrandó la familia […] y papá decidió quedarse a trabajar en Europa, aquí, en Francia, en Suiza... iba y volvía”.
En 1978, luego de que su hermano fuera elegido Papa, la prensa argentina recogía con entusiasmo las confesiones de Berto, hermano del Papa: “Actualmente, aún tenemos un primo que está viviendo en la Argentina. En la provincia de Santa Fe. Se llama Pio De Dea; está casado con una argentina y trabaja como obrero en una empresa pequeña de la que no me acuerdo el nombre".